
En el mundo del emprendimiento, el acompañamiento de un buen Consejero o Consejera puede marcar la diferencia entre una empresa que sobrevive y una que realmente prospera. La Consejería no es solo una guía técnica: es una relación estratégica basada en la experiencia, la empatía y el compromiso con el crecimiento de las y los emprendedores.
En este artículo, te compartimos las 5 habilidades esenciales que todo Consejero debe tener para generar un impacto real en las empresas que acompaña. Si formas parte de una red de apoyo a emprendimientos o estás considerando integrarte como Consejero o Consejera, estas habilidades son clave para brindar una Consejería efectiva, estratégica y transformadora.
1. Escucha activa: comprender antes de intervenir
La primera habilidad fundamental en la Consejería es la escucha activa. No se trata solo de oír lo que el emprendedor dice, sino de entender profundamente sus necesidades, emociones, preocupaciones y visión. Escuchar activamente implica prestar atención con todos los sentidos, leer entre líneas, notar el lenguaje corporal y validar lo que la persona está viviendo, incluso cuando no lo dice explícitamente.
Un buen Consejero hace preguntas que invitan a la reflexión, valida los sentimientos del emprendedor y permite que este se exprese sin juicios. Esta actitud genera confianza, base indispensable para una relación de Consejería efectiva.
¿Por qué es crucial?
Muchos emprendedores enfrentan la soledad en la toma de decisiones. Pocas personas entienden los desafíos que implica emprender: desde el manejo de equipo, el flujo de efectivo o las decisiones estratégicas hasta las dudas personales sobre si se está tomando el camino correcto. La escucha activa les ofrece un espacio seguro donde sus ideas y emociones son comprendidas, lo que facilita un acompañamiento más humano y estratégico.
Cuando un Consejero escucha verdaderamente, logra captar no solo lo que el emprendedor quiere decir, sino lo que necesita. Y eso puede marcar toda la diferencia.
2. Pensamiento estratégico: ver el bosque y no solo el árbol
Una de las grandes aportaciones de un buen Consejero o Consejera es su capacidad para pensar estratégicamente. Esto significa ayudar al emprendedor a ver más allá del corto plazo y tomar decisiones con visión de futuro. Es mirar la empresa como un sistema integral, identificar relaciones causa-efecto, y entender cómo cada decisión impacta otras áreas del negocio.
Un Consejero estratégico no solo resuelve problemas inmediatos, sino que ayuda a priorizar, identificar riesgos, encontrar oportunidades y construir una hoja de ruta clara y viable para el crecimiento de la empresa.
En la práctica, esto se traduce en:
La Consejería estratégica no impone soluciones, sino que guía al emprendedor para que sea él o ella quien las descubra, las adapte a su realidad y las ejecute con confianza. Esta habilidad requiere visión, análisis y mucha empatía para entender el ritmo y contexto de cada empresa.
3. Experiencia relevante: aportar desde el camino recorrido
No se puede dar lo que no se tiene. Por eso, otro pilar clave de la Consejería es contar con experiencia comprobable en negocios, liderazgo, finanzas, operaciones o cualquier otro ámbito que pueda sumar al desarrollo de una empresa. No se trata de tener todas las respuestas, sino de haber transitado por caminos similares, con aciertos y errores que hoy puedan convertirse en aprendizajes compartidos.
Los emprendedores valoran profundamente las experiencias reales de quienes ya han enfrentado retos similares. Esta experiencia, cuando se comparte con generosidad y sentido crítico, se convierte en una herramienta poderosa de crecimiento.
Lo que se espera de un Consejero con experiencia:
Un Consejero o Consejera experimentada no solo asesora: inspira, empodera y genera credibilidad. Saber que quien acompaña ha caminado por rutas complejas da al emprendedor confianza para avanzar.
4. Habilidad para construir relaciones de confianza
La Consejería se basa en una relación de respeto mutuo, confidencialidad y compromiso. Por eso, una de las habilidades más importantes para cualquier Consejero es su capacidad para generar y mantener la confianza. Esto no se logra con títulos ni con discursos, sino con acciones consistentes.
Un Consejero confiable es alguien que cumple su palabra, que respeta los tiempos y necesidades del emprendedor, que sabe guardar discreción y que no busca protagonismo, sino impacto.
¿Cómo se construye esta confianza?
Cuando se construye este entorno de confianza, el emprendedor se abre, comparte sus dudas con honestidad y se muestra más receptivo a la guía. La Consejería se convierte entonces en un espacio de transformación, no solo de asesoría.
5. Mentalidad de servicio y compromiso social
Más allá del conocimiento técnico o la experiencia empresarial, lo que distingue a un buen Consejero o Consejera es su vocación de servicio. La Consejería no es un ejercicio de poder ni una vitrina personal, sino un acto de generosidad y responsabilidad con el desarrollo económico y social del país.
Quienes se convierten en Consejeros lo hacen por convicción, no por retribución. Saben que, al fortalecer a un emprendedor, están contribuyendo a generar empleo, innovación, riqueza compartida y bienestar para muchas personas.
En redes como enlace, esto se traduce en:
Ser Consejero o Consejera en un programa como enlace es mucho más que un título: es una responsabilidad y una oportunidad de dejar huella en el desarrollo económico y social de México. Es también una forma de devolver al ecosistema lo mucho que se ha recibido a lo largo del camino profesional.
Las habilidades que mencionamos —escucha activa, pensamiento estratégico, experiencia relevante, construcción de confianza y vocación de servicio— son la base de una Consejería efectiva. Cada una aporta un valor único, pero juntas permiten crear relaciones significativas, impulsar decisiones acertadas y contribuir al crecimiento sostenido de las empresas.
En un país donde el emprendimiento sigue siendo un motor clave de desarrollo, contar con Consejeros y Consejeras comprometidos marca una diferencia real. Si tú tienes estas cualidades y deseas contribuir con tu tiempo, conocimiento y experiencia, el rol de Consejero puede ser una de las formas más significativas de impactar positivamente en la vida de otras personas y en el futuro del país.